Alcohólicos Anónimos y su Literatura
Grupo: Resurrección, Liberación y Libertad
SALA DE CHAT
jueves, 29 de septiembre de 2011
LA BORRACHERA SECA
El proceso de rehabilitaciòn del alcohòlico que ha determinado dejar de beber es, ciertamente, un proceso que implica autodisiplina, tolerancia, paciencia y consistencia para llegar a la meta, todo ello dentro de un marco de humildad, buena voluntad y mente receptiva para cumplir con el programa de Alcohòlicos Anònimos y dejarse ayudar por otros que pueden hacerlo.
La abstinencia es sòlo el primer paso de quien ha decidido rehabilitarse; pero la verdadera meta es la sobriedad.
Tal vez muchos aùn confunden cual es la diferiencia entre abstinencia y sobriedad. Abstinencia es sìmplemente dejar de beber, pero sin lograr un verdadero cambio en todos aquellos defectos de caràcter y viejos moldes que habìan determinado una vida ingobernable. mientras que Sobriedad implica no sòlo dejar de beber, sino experimentar gradualmente un profundo cambio de todos aquellos aspectos negativos de la personalidad.
Muchos miembros de A.A. que no llevan bien su programa sufren frecuentemente recaidas emocionales que obstaculizan la sobriedad.
Estas recaidas emocionales constituyen un conjunto de sìntomas que provocan un estado de malestar e infelicidad en el alcohòlico no activo, lo que se conoce con el nombre de =sindrome de la borrachera seca=.
Se denomina =borrachera seca=, por que quien la padece exhibe todos los trastornos tipicos de una vida ingobernable, a pesar de que se abstiene de beber.
Este sindrome se puede reconocer por la presencia de ocho sintomas caracterìsticos, que son los siguientes:
1.- Tendencia a la exageraciòn.
2.- Conducta infantil.
3.- Insatisfacciòn persistente.
4.- Negaciòn de su realidad no alcohòlica.
5.- Racionalizaciòn de sus problemas neuroticos.
6.- Persistencia de los problemas familiares.
7.- Conducta inapropiada en su grupo de A.A.
8.- Angustia y depresiòn recurrentes.
A CONTINUACIÒN EXPLICAREMOS CADA UNO DE ELLOS.
1.- Tendencia a la exageraciòn.
* Aquel que sufre de una borrachera seca tiende a pasar de un extremo a otro. Manifiesta incapacidad para mantenerse en el justo medio. Si antes se sentia culpable y autodevaluado por su alcohòlismo activo, ahora tiende a =inflar= sus propias capacidades, inteligencia y capacidades. Se siente dueño de la verdad y piensa que tiene todo el derecho de decirle a todo el mundo lo que debe hacer y què es lo que està bien y està mal. Se vuelve muy rigido y estricto al juzgar a los demàs, cayendo con frecuencia en el defecto de =ver la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el suyo=. Tiende tambièn a vivir por encima de su presupuesto y continùa siendo fanfarròn y presumido, como cuando se emborachaba. Se torna impaciente y no tolera la frustraciòn . Si la satisfacciòn buscada no llega con la suficiente rapidez, reacciòna con indignaciòn o frustraciòn. Esto lo convierte en una persona irritable e impaciente.
2.- Conducta infantil.
* Aunque ya no beben, muchos alcohòlicos continùan siendo unos niños en muchos aspectos. Con facilidad se aburren se distraen o se desorganizan. Son inconsistentes: nunca terminan lo que empiezan. Permanecen atados a sus dependencias emocionales de toda la vida y continùan con la expectaciòn de que otros les resuelvan sus problemas. Siguen siendo superficiales y tienen mucha dificultad para tener relaciones profundas , solidas y de respeto mutuo con otras personas. No estàn capacitados para apreciar los aspectos de la vida de los que disfrutan las personas maduras. Son sentimentaloides, hipersensibles y frecuentemente reaccionanen forma de caprichos.
3.- Insatisfaccion persistente
* El alcohòlico no activo con borrachera seca se siente permanentemente incòmodo consigo mismo, pero no sabe por què. No tiene capacidad de analizar sus propios conflictos, es decir, carecen de una percepciòn interior personal. Hay una atmòsfera constante de amargura en todo lo que lo rodea y todos los malestares de su vida pasada revolotean en su rededor de modo reiterado. Esto da lugar a qu, por un lado, con frecuencia estè anclado, en el pasado y por otro, se estè futurizando sistemàticamente, en tanto experimenta temor y pesimismo por el futuro. Tiene un persistente sentimiento de culpabilidad y nunca llega a reconsiliarse consigo mismo. Lo anterior da lugar a que sea un individuo negativo y con una gran inclinaciòn a criticarlo todo. Le cuesta trabajo adaptarse a los demàs y tiene repetidos conflictos con sus compañeros de grupo, amigos o familiares a quienes suele hostilizar, y llega inclusive a herirlos con sus actitudes. Es el tipico A.A. que añora tenazmente sus èpocas de alcohòlismoactivo y que no se siente feliz a pesar de haber dejado de beber.
4.- Negaciòn de su realidads no alcohòlica.
* A pesar de que esta clase de alcohòlicos ya aceptaron su alcohòlismo y su determinaciòn de dejar de beber, no se =han rendido a sus otros defectos de caràcter=. Siguen siendo soberbios, egoistas, dependientes e inmaduros. Pero no lo aceptan. Se autoengañan constantemente, y todo lo malo que les ha ocurrido se lo achacan al alcohòl, pero jamàs a las tendencias neuròticas de su personalidad. Para ellos, lo ùnico importante es dejar de beber, y piensan que gracias a la abstinencia han logrado la perfecciòn. Generalmente nunca han trabajado seriamente en el Cuarto y Quinto Pasos del Programa. Existe una gran diferiencia entre lo que sus compañeros de grupo opinan de ellos y lo que ellos piensan de si mismos. No toleran la critica de los demàs y generalmente tienden a cambiar frecuentemente de grupo =para no ser descubiertos=. Muchos de ellos se refugian en el servicio o en la tribuna, y hablan màs de otros o de la teoria del programa que sobre ellos mismos. En este tipo de alcohòlicos, tanto los familiares o los amigos cercanos de ellos, coinciden en que la abstinencia no ha sido suficiente para producir un verdadero cambio en ellos.
5.- Racionalizaciòn de sus problemas neuròticos.
* Asi como antes trataba de justificar su forma ingobernable de beber mediante varios pretextos, ahora trata de justificar sus tendencias neuròticas mediante otros pretextos igualmente infantiles y absurdos. Una forma muy frecuente de racionalizar consiste en criticar a los otros. Aunque no niega sus propias fallas, intenta ocultarlas ala atenciòn de los demàs, mediante el catàlogo de los errores de su familia, amigos, patròn, mèdico, compañeros de grupo o de cualquier persona, sobre todo aquellas investidas de autoridad. Realmente no està muy interesado en cambiar, sino màs bien trata de decirse a si mismo: =Realmente no soytan distinto de todos los demàs=. Insiste en inculpar a cuantos lo rodean de sus propios fracasos o errores. Siempre encuentra un argumentomuy convincente para no asistir a la junta d eA.A.. Este tipo de individuos son reacios a asistir a consulta espiritual con un sacerdote o tratamiento psicòterapèutico con un psiquiatra, y especulan mucho sobre la ignorancia de los sacerdotes y los psiquiatras sobre problemas del alcohòlismo; pero lo que ocurre en realidad es que tiene mucho temor a que alguien lo ponga en evidencia ante si mismo. Como consecuencia de esta ceguera emocional sobre sus propios defectos de caracter, se comportan muy sumisos, es decir, aceptan la critica y hablan muy detalladamente de sus defectos personales, pero son incapaces de traducir sus palabras en actos, o sea, que sus hechos no son nunca iguales a sus promesas. Son tambièn muy escabullidizos respecto a cambios dràsticos que impliquen sacrificio y renunciamiento, lo que se traduce en una gran resistencia al cambio.
6.- Persistencia de los problemas familiares.
* Es muy tipìco en el alcohòlico =seco=, que a pesar de que no ha bebido, mantiene los mismos problemas con su familia, como cuando era bebedor problema; continùa ausente de su casa la mayor parte del tiempo; su esposa e hijos siguen sin sentir su respaldo moral; no hay restablecimiento de la comunicaciòn en la familia, persisten los resentimientos mutuos y las discuciones y los pleitos prosiguen exactamente igual como cuando bebia. frecuentemente persisten los problemas de celos o de infidelidad a pesar de varios años de abstinencia. La mala relaciòn con los hijos, padres o hermanos suele ser caracteristica en estos casos. En muchos alcohòlicos persiste tambièn la dependencia hacia la madre, la esposa o algùn otro miembro de la familia con la misma tendencia de antes de dejar de beber, de ser atendidos o esperar que los demàs resuelvan sus problemas. En muchos casos de separaciòn o divorcio ocurrido despùes de haberse incorporado a los grupos de A.A. se debiò a que la esposa no advirtiò en su cònyuge ningùn cambio posotivo hacia la familia, a pesar de la abstinencia.
7.- Conducta inapropiada en el grupo.
* Este es un sintoma tìpico de la borrachera seca. El alcohòlico =seco= empieza a hacer un mal uso de los grupos de A.A. y se olvida de los objetivos del programa al no aplicar las tradiciones. Las manifestaciònes de conducta inapropiada màs frecuentes son:
a) Crìtica excesivamente a los compañeros que usan la tribuna, a los =servidores= y a todos en general.
b) Llegar tarde al grupo e interesarse màs por la politica del grupo, los =chismes= o las relaciònes sociales.
c) Utilizar los grupos para conseguir trabajo, hacer negocios personales o seducir a los miembros del sexo opuesto.
d) No guardar la discreciòn debida fuera del grupo, comentar y criticar lo dicho en tribuna por algùn compañero o incluso no respetar el anonimato.
e) Se enferma de =tribunitis= o utiliza la tribuna para crear polèmicas o criticar compañeros.
f) Se aleja progresivamente de los grupos de A.A. y se convierte en el mayor =expositor= del Programa, y confunde los principios con las personas.
8.- Angustia y depresiòn recurrentes.
* El alcohòlico =seco=, lejos de experimentar un bienestar progresivo al dejar de beber, continùa ciclicamente en crisis de angustia y depresiòn. Se siente inquieto, irritable, no està agusto en ningun lugar, tiene insomnio, temores inespecificos, molestias orgànicas como sudor de manos, dolor de cabeza, sensaciòn de opresiòn en el pecho, sensaciòn de =vacio= en el estòmago, dolor de espalda, mala digestiòn. A veces se tornan muy violentos y arrebatados. No se concentran bien. Se sienten triztes, autodevaluados, sin esperanza, culpables de algo, resentidos sin ganas de trabajar, pesimistas y en ocasiones hasta contemplan la posibilidad de un suicidio. Este tipo de alcohòlicos caen fàcilmente en la automedicaciòn de tranquilizantes para poder dormiro, en ocaciònes, caen en otro tipo de farmacodependencia como la marihuana, las anfetaminas o los barbitùricos. Cuando buscan la ayuda de un psiquiatra, esperan la ràpida resoluciòn de sus problemas mediante medicamentos, y el no someterse a una psicoterapia a largo plazo. Suelen ver muchos mèdicos y con ninguno siguen un tratamiento comprometido. Toman muchos medicamentos y ninguno llega a aliviarlos satisfactoriamente.
* Diremos finalmente, que el alcohòlico que padece una borrachera seca vive una existencia empobrecida. Experimenta limitaciònes agudas para crecer, para madurar y para beneficiarse de las oportunidades que le brinda la vida. Su vida es un sistema cerrado y sus actitudes y conducta son estereotipadas, repetitivas y predecibles. Sus opciones son pocas y estèriles.
^La posibilidad de una recaida en el alcohòlico =seco= es diez veces mayor que en el verdadero sobrio.
* La mayoria de las veces, el sindrome de la borrachera seca sòlo refleja la presencia de una neùrosis o un grave trastorno de personalidad, que amerita la ayuda psiquiàtrica ademàs del Programa de Alcohòlicos Anònimos.
Publicado por juan_peralta en 10:22 0 comentarios
Etiquetas: Borrachera Seca
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